Madrid Fusión
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Entrevista

Madrid, sede de la solidaridad gastronómica de Europa

 

Es la mano que mece la cuna. El lugarteniente de José Andrés en World Central Kitchen se llama Javier García.

Lleva media vida en EE.UU. y antes de que regrese a España para participar en Madrid Fusión, aprovechamos para conocer mejor a este sevillano que cruzó el charco por amor, que montó una empresa “que me permite viajar y conocer a los mejores chefs y restaurantes de América” y que erigió junto a Andrés una ONG que solo para esta crisis ha cocinado y distribuido más de 35 millones de comidas en más de 400 ciudades de todo el mundo, contando con la participación de más de 200 chefs y 30.000 voluntarios comprometidos.

García es el secretario general de World Central Kitchen, y acude a Madrid Fusión para presentar la filial europea, el proyecto que enraizará la ONG con la capital española. “Madrid será nuestra base de operaciones para toda Europa. Aquí instalaremos el Chef Relief Training Europe, el Centro Europeo de Formación en la Respuesta de Emergencia a Crisis Alimentarias (CRT) desde el que nos aprovecharemos del talento local en tecnología, por ejemplo, para luchar contra las crisis alimentarias”. García explicará en el congreso algunos de los acuerdos a los que ha llegado la ONG con varias empresas españolas, “que nos permitirán ser más ágiles y efectivos en nuestras misiones”.

Chef Relief Training Madrid no empezará de cero, ya que WCK ya cuenta con un equipo de acción rápida con base en la capital que quedó de remanente del trabajo realizado por la ONG durante los perores momentos de la pandemia, y que ya ha sido activado a principios de este año durante la tormenta filomena, donde distribuyó más de 40.000 comidas en la comunidad. 

Una buena noticia para España y para la solidaridad europea que García, en primera persona, detallará. Hablará de futuro, de otras patas de la actividad en Madrid que tienen que ver con la formación, también del pasado más reciente, de la experiencia de WCK en el país durante el pasado año. Solo en España, WCK cocinó y distribuyó 3 millones de comidas desde 15 cocinas de emergencia de 80 ciudades, contando con la colaboración de 30.000 voluntarios, “lo que más valoro”, explica. “La gente se ha volcado en todo el mundo, pero especialmente aquí. Por eso también tenía lógica que la sede europea fuera en España”.

De ella conoceremos los detalles en Madrid Fusión, de la vida del secretario general, los queremos ya. Le conocemos mejor, a él y a la idea que desde la capital de EEUU tienen de la realidad gastronómica española.

Más de 16 años de experiencia en ventas y marketing internacional, licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, con un MBA y un máster en Comercio Internacional y Marketing. Buen currículum para un sevillano instalado en Washington…

Llevo más de 20 años en Washington DC. Antes viví también en Nueva York, donde trabajé en Pepsi. Me volví a España, pero la vida me tenía preparados otros planes. Conocí  a la que ahora es mi mujer en Sevilla -estaba estudiando español- y nos mudamos a Washington DC. Ella era de aquí. Ya llevo más de 20 años en la capital americano, tengo tres niños y la verdad es que estoy muy contento aquí.

¿Cómo te uniste a World Central Kitchen?

Siempre me ha apasionado la comida. Cuando de pequeño me preguntaban qué quería ser de mayor, siempre decía cocinero. Pero antes no estaba tan bien visto el oficio y a mis padres no les gustaba mucho la idea. Se descartó, también es verdad porque más bien pronto que tarde me di cuenta que no era lo mío. No obstante, poco a poco, desde el comercio, me fui acercando a ese mundo de dar de comer que era el que me gustaba. Ya en España estuve muchos años ayudando a empresas españolas agroalimentarias a exportar a mercados internacionales y, cuando me vine a EEUU, empecé a hacer la inversa. Ayudaba a abrirse camino al producto español en restaurantes americanos. He trabajado casi siempre con el mundo de la hostelería, con chefs y restaurantes. 

Y trabajando en el sector, y siendo español, conocí a José Andrés. José empezó con DC Central Kitchen, que era una comunidad de ayuda pero solo a nivel municipal. Quería más, quería escalar el proyecto y un día hablando entré en el proyecto para ayudarle a hacer grande su sueño. Ahora llevamos ya más de 10 años, y estoy súper orgulloso de formar parte de World Central Kitchen.

¿Dejaste tu empresa cuando formasteis WCK?

No. Sigo con la empresa. Tanto yo como José estamos en WCK pero seguimos con nuestros negocios. Compagino tareas y es bueno, ya que aporto en la ONG  el know how que me da mi empresa en cuanto a logística y operaciones.

¿Cómo funciona World Central Kitchen a nivel económico?

Empezamos con voluntariado total, pero ahora sí tenemos ya estructura de personas con base en Washington que cobran. Igualmente, el gran grueso de nuestra estructura sigue siendo voluntario. Igualmente, claro, tenemos dinero propio, de la organización, que viene de donaciones privadas. Si nos ayudáramos de ayudas públicas todo iría más lento y, como organización que responde ante urgencias, no nos lo podríamos permitir. 

¿Tú o José cobráis?

No.

¿Cómo es un día de trabajo tuyo en WCK?

Ésta ha sido una tragedia diferente, ha sido mundial, pero en las emergencias que solemos trabajar en WCK yo suelo ir las dos-tres primeras semanas, para crear la estructura, los canales de distribución, para montar las cocinas y buscar voluntarios. Una vez pasa esto, semanas en las que dejo totalmente mi trabajo, la rutina es otra y puedo volver. En esta crisis del coronavirus no he viajado, pero llevo tres meses dedicado a ella día y noche por la diferencia horaria

En mi trabajo tengo libertad. Viajo mucho, hablo con restauradores, entiendo qué quieren, sugiero ingredientes nuevos… Además, ahora toda la restauración aquí en Estados Unidos está aún en pausa, lo que me ha permitido tener más tiempo para WCK.

Seamos más prosaicos. Como empresario del sector y residente, ¿la gastronomía de España triunfa en EEUU?

España ha avanzado muchísimo en los últimos años, también gracias a José. Él ha abierto el camino. Y lo hay. Y más que para empresarios españoles, para la cocina española independientemente de quién la haga. Un ejemplo son los restaurantes Toro, con sede en Boston o Nueva York, cuyos propietarios y chefs -Ken Oringer y Jamie Bissonnette- son dos norteamericanos que se enamoraron de la cocina española, o Katie Button, chef también americana que estuvo en elBulli y se casó con un español, y que ahora tiene Cúrate Tapas Bar en Asheville, un pueblo de Carolina del Norte (Button ha sido nominada a la mejor chef por los James Beard Awards dos años consecutivos). Son dos ejemplos pero hay más, chefs que están trabajando mucho y bien por nuestra cocina aunque no sean españoles. Y esto es muy importante, que no sea necesario que venga un chef español a abrir restaurantes españoles, porque muchos de los restaurantes italianos que hay en EEUU, y que son muchísimos, estarán regentados solo en un 10% por italianos.

El americano interpreta Italia como calidad. ¿España está a ese nivel?

Es más complicado. Aquí vas a un restaurante italiano y, además de pizza y pasta, también tienen comida griega o hamburguesas. La inmigración italiana en EEUU ha sido muy potente desde los inicios y su cocina ha permeado, ya que no es una cocina étnica como la española. La cocina italiana ya forma parte de la cocina americana. Un ciudadano medio te hará una pizza o unos spaghettis en casa, no una paella o una tortilla. Es así, y tiene unos motivos sociales y culturales que vienen de la inmigración, por lo que no se puede comparar el impacto de ambos cocinas. La italiana, de hecho, forma parte ya del ADN americano. España tiene otro sitio y lo está haciendo bien. Y detrás tenemos nuestro sistema agroalimentario, que es de los más potentes del mundo.

El producto español va por delante de su cocina…

La cocina española es una cocina muy fuerte en producto, cosa que la diferencia de la italiana. El impacto económico que tienen en Italia los miles de restaurantes italianos que hay en EEUU es proporcionalmente menor que el impacto que tienen los restaurantes españoles. ¿Por qué? Porque un restaurante italiano utiliza pasta -que hacen aquí-, harina o aceite, mientras un restaurante español usa carnes ibéricas o quesos que importa. Es una cocina muy de producto. 

La gastronomía española tiene futuro, entonces…

Muchísimo. En EEUU todo el mundo puede tener futuro, más en este aspecto que hablamos.

Lo has dicho muchas veces: “Parte del éxito de España en EEUU también es por José Andrés”. Lo decía Quique Dacosta en el pasado Gastronomika Live: “José es el líder del ejército que formamos los cocineros”. ¿Qué es José Andrés? 

José es un líder nato. Un líder es alguien que es capaz de inspirar las ideas en las que tú crees, consiguiendo que camines junto a él para conseguirlas. Y José lo hace. No sé si es un visionario, sí una persona que tiene las ideas muy claras, que sabe transmitir. Hay personas que no tienen para comer y él quiere darles de comer. Sin más. Claro y sencillo. En el momento que la gente entiende ese mensaje, que se debe dar de comer, todo es más fácil.

¿Cómo ven los americanos su figura? 

Es muy conocido. A nivel gastronómico y a nivel social, ya que ha ayudado mucho a la comunidad de inmigrantes, más estando aquí en DC, donde se cuece todo. Está muy bien posicionado y se le escucha, que es lo más importante. Así ayuda dando de comer, modificando leyes en favor de los inmigrantes o en favor del mundo de la hostelería en general. Él ayuda, y se le reconoce.

 

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