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Las posibilidades de maridaje del sake
Pablo Alomar Salvioni, François Chartiery Hitoshi Utsunomiya han destacado las posibilidades del sake en materia de maridajes en una cata magistral que ha abierto la jornada.
Bajo el título de “Sake, el arma secreta del Sumiller y el Chef”, Pablo Alomar Salvioni (Salvioni&Alomar), François Chartier (Créateur d’Harmonies en Chartier World LAB – Barcelona) y Hitoshi Utsunomiya (Japan Sake and Shochu Association) han llevado a cabo una cata magistral que pretendía descubrir cómo el sake puede llegar a funcionar con la comida mejor que el vino. Una demostración, en la que los asistentes han tenido la posibilidad de comprobar, a partir de armonías con ostras y jamón, las bondades del sake como alternativa para realizar maridajes diferentes.
La presentación ha supuesto una unión entre dos culturas, la oriental y la occidental, en la que ha quedado reflejado que el sake es muy variado en cuanto a sabores y, a diferencia de algunos vinos, no se suele imponer y puede ser el mejor acompañante. “La cantidad de umami es lo que hace que el sake potencie el sabor de los alimentos”, ha destacado Hitoshi Utsunomiya. Analizado científicamente, el sake es una de las mejores bebidas alcohólicas para acompañar el marisco porque potencia el umami de la materia prima y tiene una menor interacción negativa de hierro en comparación con el vino. Gracias a su composición molecular, el sake es capaz de aumentar el placer de la comida. Y, además, está libre de sulfitos.
El experto en armonías François Chartier ha trasladado la filosofía del ‘vino’ japonés a la gastronomía española demostrando que el sake puede ser el mejor acompañante de la cocina mediterránea, incluso de uno de nuestros productos más valiosos, el jamón ibérico, pues comparte las mismas moléculas dominantes que algunos sakes. “Los jamones tienen su propia singularidad; dónde crece el cerdo, qué come, el tiempo de curación, todo esto afecta a su sabor. La ciencia de las Armonías Moleculares nos permite entrar en la zona de confort, nos ayuda a conocer por completo el producto para poder armonizarlo”.
La presentación ha supuesto una unión entre dos culturas, la oriental y la occidental, en la que ha quedado reflejado que el sake es muy variado en cuanto a sabores y, a diferencia de algunos vinos, no se suele imponer y puede ser el mejor acompañante. “La cantidad de umami es lo que hace que el sake potencie el sabor de los alimentos”, ha destacado Hitoshi Utsunomiya. Analizado científicamente, el sake es una de las mejores bebidas alcohólicas para acompañar el marisco porque potencia el umami de la materia prima y tiene una menor interacción negativa de hierro en comparación con el vino. Gracias a su composición molecular, el sake es capaz de aumentar el placer de la comida. Y, además, está libre de sulfitos.
El experto en armonías François Chartier ha trasladado la filosofía del ‘vino’ japonés a la gastronomía española demostrando que el sake puede ser el mejor acompañante de la cocina mediterránea, incluso de uno de nuestros productos más valiosos, el jamón ibérico, pues comparte las mismas moléculas dominantes que algunos sakes. “Los jamones tienen su propia singularidad; dónde crece el cerdo, qué come, el tiempo de curación, todo esto afecta a su sabor. La ciencia de las Armonías Moleculares nos permite entrar en la zona de confort, nos ayuda a conocer por completo el producto para poder armonizarlo”.